CARPENSE F.C.
PASIÓN ROJIBLANCA

HISTORIA

HISTORIA DEL CARPENSE F.C.



    El Carpense es un club con una idiosincrasia muy particular, tal vez debido a sus devaneos con la historia. Aparecen escritos del 1962 en los cuales se narra cómo se fundó por primera vez en 1924 y como desapareció un año más tarde por causas que no se detallan. Reaparece en 1952 como consecuencia de la ausencia de fútbol en el pueblo y se disuelve en el 1955. De nuevo vuelve a emerger 20 años más tarde sobre el año 1975, dura dos temporadas y de nuevo vuelve a desaparecer. Es en el verano del 2008 cuando comienza la historia contemporánea de este club y dura hasta nuestros días.

    Metidos de lleno en su historia, comenzaremos por un libro de feria que data del 1962, (se puede consultar dicho documento en la biblioteca municipal) en él,  un paisano nuestro llamado José del Prado, nos cuentan como a primeros de 1923 un grupo de jóvenes carpeños que llevaban a cabo su labor estudiantil en un instituto de Córdoba, se aficionaron al fútbol viendo jugar al Real Córdoba Sporting Club, equipo que 5 años más tarde, en 1928 y junto a la Sociedad Deportiva Electromecánicas formarían las bases del que hoy en día conocemos como Córdoba C.F..  Estas tardes les llevó a que les entrara el gusanillo del fútbol, dejaron otros deportes que se practicaban por aquel entonces y les indujo a hacer competiciones con otros colegios, a empaparse con revistas deportivas y a fijarse en las fotografías de los grandes ases de la época.

   Cuando venían a El Carpio de vacaciones, montaban su particular campo de fútbol en las “eras de los Leones”. Todo este entusiasmo por el fútbol hizo que crearan el Club Deportivo Carpense a principio de 1924. En sus primeros pasos llegó a contar con unos setenta socios que casi todos practicaban el fútbol. A excepción del grupo de estudiantes que lo fundaron el resto de los miembros del club  lo componían: albañiles, carpinteros, mecánicos, barberos, etc.

    El primer partido del nuevo club se disputó el segundo día de carnaval del 1924 en Villa del Rio, contra el primer equipo de este pueblo, cosechando una escandalosa derrota por diez goles a cero, pero esto no hizo mella en su afición futbolística y así a mediados del mes de Julio disputaron otro partido contra el mismo rival, esta vez solo perdieron por cuatro a dos, con lo que la nueva derrota les supo a victoria por la veteranía y el buen hacer del equipo al que se habían  enfrentado.

    El siguiente partido lo disputaron en El Carpio el 3 de agosto del 1924 contra Montoro al que ganaron por 3 a 1. Cuenta José del Prado una crónica de aquel partido, en la cual narra cómo transcurría por los senderos de la deportividad hasta que  en una jugada fortuita, sin mediar intencionalidad, un jugador Carpense propinó una patada a un Montoreño, esto desencadenó  en una batalla campal que se saldó con unos cuarenta detenidos y el linchamiento de algún que otro foráneo.

    Siguieron disputando partidos y el siguiente se remonta al 24 de agosto del 1924, (once días más tarde). Se desplazaron a Villa del Río a jugar con la Amistad Villarrense, club de nueva fundación, contra el que consiguieron su segunda victoria, esta vez  por tres a uno. Se lo pasaron genial gracias a la idea del club local de celebrar cada gol que se marcara con una pieza que interpretaba una banda de música.

    Termina contando José del Prado, como un año después desapareció el Club Deportivo Carpense, no sin antes haber disputado partidos contra nuestros vecinos de: Pedro Abad, Villafranca, Cañete y durante la feria real dos contra sendos equipos importantes de la provincia sin determinar cuáles.

    A lo largo de 27 años el Carpense permanece en letargo.

    A mediados de 1952 El Carpio estaba huérfano de fútbol, así que era la ocasión propicia para despertar. Un grupo de amigos deciden hacer un equipo de fútbol y llamarse de nuevo Carpense, aunque no se inscriben en la federación, sí que disputan numerosos partidos con los pueblos de los alrededores.

    Con la ilusión y la fuerza que conllevaba  su  juventud, deciden crearse su propio campo de fútbol. Escogen unos terrenos por detrás de la ladrillera (donde está el actual) llenos de montones de tierra y restos de ladrillos, pero también tenían al lado una charca que les podría servir para darse un chapuzón después de los partidos. Tenían mucho trabajo por realizar, pero con la ayuda de los dueños de los hornos de ladrillos que les prestan las herramientas (picos y palas) comienzan a allanar el terreno. El trabajo se hacía interminable ya que lo tenían que hacer los días de descanso que eran pocos. Cuando por fin lo terminaron de "nivelar", colocaron las porterías hechas de troncos de eucaliptos y lo estrenaron. En esta época militaron en el equipo (según Paco de la fuente), él mismo, José María (el de la fragua), Juanito Mesones, Pedrito (tío de Pedro Ondoño), Rafael León, Mariano Millán, Vitoriano Gavilán, como entrenador Diosdado (militar retirado) y alguno más que su memoria no alcanza a acordarse ni a reconocer en la foto que él mismo nos proporciona, donde se puede ver al equipo luciendo la camisola con la raya diagonal que la caracteriza.

     En 1957 el equipo se disuelve.

    Una vez se termina esta etapa, la historia del Carpense hace otro paréntesis y da un salto hasta el verano del 1975 en que corre un  rumor por el pueblo (confirmado por directivos) de que el club que había terminado la temporada en El Carpio tenía unas deudas acuciantes con la federación que posiblemente impedirían su continuidad la posterior temporada.

    Un grupo de Carpeños aficionados al fútbol, entre los que se encuentran Fco. De la fuente (que es quien nos narra esta parte de la historia) y Pedro Mejías, se enteran de este hecho y deciden reflotar de nuevo el Carpense F.C., con la idea de no tener que hacer frente a las deudas contraídas por el anterior club y que no se perdiera el fútbol en El Carpio. Se crea la nueva directiva encabezada por Pedro Mejías como presidente, Vicepresidente Juan Redondo, secretario Francisco de la Fuente, vocales Antoñin León, Lorenzo Ramos, Antonio Cantizano, Pepe “del compadre”  y alguno más. Se acuerda inscribirlo en la federación y es esta la que les pide como requisito tener su propio escudo. Esta tarea se le encomienda a Conchi Mejías, la cual diseña el escudo utilizando algunos símbolos para darle un sentido obrero al club, como ya fue en sus inicios allá por el 1924.

   Cuando la noticia llega a oídos de los jugadores todos deciden jugar en el Carpense, pero días después de hacer la presentación (con los chandals ya comprados) son llamados por su anterior club que había cambiado de nombre para eludir las deudas y se marcharon.

    Este primer partido de presentación se juega contra el Fray Albino en el que venía jugando Manolin Cuesta, jugador que fue del Córdoba y del Español de Barcelona. Terminó con un resultado favorable al Carpense por 2 a 1.

    Dada la desbandada, el equipo tuvo que reestructurarse para la inminente temporada y sin apenas tiempo logró sacarse adelante con jugadores locales y militares de cerro muriano.

    Como logro importante, se llegó a la final de la copa en la que por aquellos tiempos entraban equipos de distintas provincias. Se jugó en Fray Albino contra el Palma Del Río. Al comienzo del partido se intercambió entre los dos equipos productos representativos de sus respectivos pueblos, el Carpense recibió bolsas de naranjas y  el Palma paquetes de pasta que donó Pastas Gallo. Hasta Córdoba se desplazaron 2 autobuses de Carpeños para arropar al equipo, coste al que tuvo que hacer frente el club después de negarse el ayuntamiento, cuando había habido un acuerdo verbal entre las dos partes en que sería el consistorio el que se haría cargo de este pago. El resultado fue de 2 a 1 a favor de los palmeños, con una muy discutida actuación arbitral según cuentan algunos aficionados que asistieron al evento.

    En los dos años que duró esta etapa hubo categoría sénior y juvenil, pasaron entrenadores como: Peri y Antonio Sanchez “el de teléfonos”, jugadores locales : Agudo, Seve, Antonio Mejias, Duran, Antonio “cisquitos”…

    En la base militar de Cerro Muriano el club tenía ojeadores que le aconsejaban futbolistas, un teniente (Miguel Valdenebro) y un Sargento 1º (Rafael Garrido), estos hicieron posible el fichaje de buenos jugadores como: Rodrigo del filial del Español, Tarin del filial del Levante, Moyita y Gil del filial del Atletic de Bilbao, Lekue del Sanse, Fago internacional juvenil del Manchego, etc.

   Como masajista estuvo Javi “el de la azucarera” muy querido por todos los jugadores.

    Al término de la segunda temporada la directiva acordó no presentar equipo para la siguiente, la presión a la que les estaba sometiendo el ayuntamiento estaba siendo asfixiante. Como muestra, para ducharse tuvieron que hablar con Miguel para extender gomas desde la chacineria y poder llenar los depósitos de agua potable. Sin apoyo del consistorio era imposible seguir, así que decidieron dejarlo.

    De nuevo otro paréntesis en la historia y esta continúa a finales de la primavera de 2008 cuando un grupo de padres disgustados con el trato (a su juicio) discriminatorio que sus hijos habían recibido por parte del club en el que habían jugado el año anterior en la categoría de alevines, decidieron reunirse para ver la posibilidad de fundar un nuevo club en el cual sus hijos pudieran dar rienda suelta a su afición futbolística,  sin necesidad de tener que pertenecer al club existente en el pueblo o tener que desplazarse a otro. Puestos en contacto con Paco de la Fuente (último presidente del Carpense) son asesorados por él mismo y por el ayuntamiento en cuáles son los pasos a seguir para la creación de un club de fútbol. Una vez encaminados por los vericuetos burocráticos deciden crear el nuevo club, ponerle el nombre de Carpense fútbol club y comenzar a redactar sus estatutos, los cuales fueron aprobados en asamblea general el día 7 de junio del 2008 con la presencia de: Antonia María Ondoño, Francisco Javier Hoyos, Mª del Carmen Jurado, Francisco López, Dolores Jiménez, Salvador Venzalá y José Mª León. En esta asamblea también se aprobó solicitar el preceptivo reconocimiento como club deportivo con su inclusión en el registro andaluz de entidades deportivas. El acta fundacional de club deportivo fue presentada el día 9 de junio de 2008 por Antonia Mª Ondoño, Mª del Carmen Jurado y Juan Alcalá, en ella aparece como primera directiva provisional:

 

Presidente: Antonia María Ondoño,

Vicepresidente: Francisco Javier Hoyos,

Secretaria: Mª del Carmen Jurado,

Tesorero: Francisco López,

 

Vocales: Dolores Jiménez, Salvador Venzalá y José Mª León,

fue aprobada por la junta de Andalucía el 24 de junio de 2008.

    Una vez creado el club y dado de alta en la Federación Cordobesa de Fútbol, da comienzo la historia contemporánea y llegaba el momento de crear los equipos para la temporada 2008/2009. Nada más comenzar la temporada, la presidenta deja el cargo y es elegido José María León Alías para llevar las riendas del club. Con mucho esfuerzo económico (ya que se partía de cero para pagar balones, equipaciones, inscripciones, etc.), se consiguió sacar adelante dos categorías, infantiles y cadetes, pero con una junta directiva inexperta, la temporada de cadetes concluye con la retirada del equipo de la competición por parte de la federación en el último partido y además les llovieron las críticas por el comportamiento de los chavales. El fracaso de este equipo serviría para ir adquiriendo experiencia en lo que para este club era todo un reto.

 

    En la temporada 2009/2010 se amplían las categorías a tres, alevín, infantil y cadete, no se pudo conseguir ningún logro pero se puede reseñar la imagen de deportividad ejemplar que fue dejando el equipo cadete por todos los campos que visitó y en el suyo propio, con muchos comentarios sobre este hecho que hicieron posible limpiar la mala imagen que había dejado su predecesor. 

   En la 2010/2011 se continúa con las mismas categorías que la temporada anterior, siendo los infantiles los que terminan en mejor posición, 4º.

 

    En la temporada 2011/2012 se inscriben 3 equipos, infantil, cadete y sénior de fútbol sala. Tal vez ávidos por colgarse alguna "medallita", la junta directiva inicia una nueva aventura, inscribe un equipo sénior en fútbol sala, lo que propicia las críticas de algunos detractores del club. Pero esta decisión tiene un gran éxito al acabar el equipo cuartos y crear un gran ambiente en el pabellón debido al buen juego exhibido y los grandes partidos que realizaron. El equipo cadete culminó una temporada con muchos altibajos. Es el equipo infantil el que dio la campanada, terminó quinto en su categoría pero al término de su competición regular, se inscribió en la copa diputación y quedaron subcampeones (por fin se había conseguido la "medallita" de la que poder presumir).
 
     La temporada 2012/13 parece ser la de la consagración al poder inscribir a siete equipos aumentando en más de un 100% lo de la temporada anterior, esta temporada tenemos equipos de categorias BEBE, PREBENJAMÍN, BENJAMÍN Y ALEVIN de fútbol 7, CADETES de fútbol 11 y JUVENILES Y SENIOR de fútbol sala.

    Si se sigue trabajando con la misma ilusión y ganas que hasta ahora, quien sabe cuántos premios traerá el devenir de las próximas temporadas, lo que sí es seguro (y ya es un gran logro) que al día de hoy, la historia aún continúa. 

 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis